miércoles, octubre 27, 2010

Una Maestranza de Caballería Insólita

No cabe duda que una de las bondades de la tecnología es la capacidad del intercambio de información de manera casi inmediata a grandes distancias, lo que nos beneficia intelectual, cultural y socialmente. 

Tal es el caso de un nuevo amigo de México Heráldico, el cual puedo denominar, a pesar de la escasa comunicación que hemos establecido y sin miedo a equivocarme, como todo un Caballero, y aún mas por la muestra de conocimiento sobre el noble arte del Blasón y todo lo que a esta ciencia le rodea, y que con su aportación, nos muestra que en México seguimos ignorando la valiosa herencia Heráldica que poseemos. 

Y con estas palabras presento al excelentísimo Doctor Don José María Montells y Galán y sus amables letras remitidas para ennoblecer y apoyar el crecimiento de este portal, no sin antes mostrar sus finas armas:



Hace ya algunos años, después de un viaje a México, un gran amigo me dijo sentencioso que encontraba tan españoles a los mexicanos que eran “los únicos iberoamericanos que se permitían criticar a España en presencia de un español”. No hay duda de que los mexicanos tienen un mucho de españoles. Y viceversa. Entre México y nuestra Patria, existen lazos muy difíciles de explicar. De los países de Hispanoamérica, quizá solo puedan compararse a los vínculos que nos unen a Cuba. En el caso de México, una larga relación de amor y odio, de encuentros y desencuentros, de admiración y rechazo. Con Cuba, nos ocurre que llevamos impresa la nostalgia de su pérdida y el alegre carácter de los sufridos isleños, tan castigados por los Castro, esos contumaces y despóticos gallegos que les tiranizan. Dos naciones que los españoles llevamos en el corazón.

Curioso resulta que fueran estos dos países entre todos los americanos, los únicos que tuvieron en su historia, un episodio nobiliario casi desconocido. Me refiero al intento de creación de dos Maestranzas de Caballería. Ya se sabe que las maestranzas son corporaciones nobiliarias creadas con la intención de que la nobleza se ejercite en el manejo de la equitación y las armas como posibles auxiliares de la Corona y el Ejército en la defensa de las instituciones. Así, se disponía de una caballería financiada directamente por los mismos maestrantes. Las reales maestranzas se organizaron bajo la advocación de un santo patrón y se establecían internamente de la misma forma que una cofradía. Actualmente, en cuanto meras asociaciones, se rigen por la ley 1/2002, de 22 de marzo reguladora del derecho de asociación, así como por sus propios estatutos.

Muy posiblemente por todo ello, en 1709 la Majestad Católica de Felipe V, aprobó la creación de la Real Maestranza de Caballería de la Habana con el fin de que los nobles criollos ayudasen a la defensa de la isla de los continuos ataques del corsario inglés. Cincuenta años después la corporación desapareció por consunción.

Probablemente por imitación de la maestranza cubana, 31 caballeros mexicanos, casi todos ellos maestrantes de la de Ronda, pidieron en 1789 a Carlos IV, autorización real para erigir la Real Maestranza de Caballería de México. Al año siguiente, elevaron una instancia por medio del Virrey, Conde de Revillagigedo, para que se aprobase definitivamente, pero el Consejo de Indias desestimó la iniciativa por recelo a un posible contagio independentista entre la nobleza novohispana.

Así que no es extraño que recogiendo su propia tradición se fundase el 20 de Enero de 1988, una Maestranza de Caballería de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Mérida de Yucatán, bajo los auspicios del Instituto Mexicano de Heráldica y Genealogía, a semejanza de las maestranzas españolas, teniendo por fin principal el de fomentar las artes ecuestres y el conocimiento sobre la cría caballar, reconociéndose en este caso la de la raza azteca, orgullo de México

El escudo de la Maestranza de Caballería de la Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Mérida de Yucatán en un escudo cuadrilongo, redondeado en punta:
Partido. 1º.- de azur y 2º.- de sinople. Sobre el todo, una cruz flordelisada (como la de Calatrava), blanca y fileteada de oro, cargada en su centro por las Armas de la Ciudad:
Escudo partido: 1º.- De azur, con un castillo de oro, aclarado de gules y mazonado de sable.  2º.- De sinople, con un león rampante, de oro, armado y lampasado de gules. Divisa de gules, con la leyenda MUY NOBLE Y MUY LEAL CIUDAD DE MERIDA, en letras de oro. Al timbre, corona Real abierta.
Adornos exteriores: Ramas de laurel de sinople, frutadas de gules.
Divisa de oro con la leyenda MAESTRANZA DE CABALLERÍA DE LA M. N. y M. L. CIUDAD DE MÉRIDA, en letras de gules. Timbre: La corona real abierta del blasón meridano.



Sus Ordenanzas añaden que está creada para que la juventud adquiera un adiestramiento y cierta perfección en los ejercicios ecuestres, por medio de los cuales se llegase en su día y caso de necesitarla México, a formar un plantel de jinetes que reunidos en distinguidos cuerpos de caballería pudiesen servir para la defensa de la Patria. Igualmente, sus actividades se dedicarán al ejercicio y práctica de la charrería y demás deportes hípicos, así como para honrar a todas aquellas instituciones y personas que vayan por el mundo, ensalzando y pregonando con orgullo, el nombre de la Mérida de Yucatán y recibir en ella a todos aquellos que, desinteresadamente y de manera muy especial, hayan realizado alguna actividad en beneficio de nuestra ciudad, así como para los ciudadanos de las otras Méridas del mundo (España y Venezuela)

Serán maestrantes de justicia todos los descendientes de los descubridores, exploradores y conquistadores de Yucatán y la Nueva España; Excmos. Señores Generales de los Ejércitos mexicano y español; Excmos. Señores Grandes de España; Excmos. Señores Caballeros Maestrantes de Ronda, Sevilla, Granada, Zaragoza y Valencia y Caballeros pertenecientes a las Ordenes Militares de Caballería. Y de Mérito: Los Excmos. Señores Alcaldes de las Ciudades de Mérida de Yucatán, México, Mérida de España y Mérida de Venezuela; Ilmos. Señores Jefes de los Ejércitos mexicano y español e Ilmos. Señores Títulos del Reino de España y demás reinos de Europa. Podrán ser numerarios los Señores Oficiales de Caballería de los Ejércitos mexicano y español; Hijosdalgos a Fuero de España y demás miembros de las Corporaciones nobiliarias españolas y extranjeras. 

Lo serán de Gracia: Los Hermanos Mayores de las Cofradías y Hermandades; Directivos de las Federaciones Nacionales de Charros; miembros de los Lienzos Charros y Federaciones Deportivas de Hípica; criadores de caballos y propietarios de yeguadas, así como los jinetes que hayan pertenecido o pertenezcan a los Equipos Olímpicos ecuestres. 

A su vez, los Maestrantes del Gran Collar, sea cual sea la categoría en la que ingresen, llevarán un collar de oro o plata dorada, formado por castillos y leones, interpolados de una letra M esmaltada en blanco y fileteada en oro. Pendiente del mismo, la Cruz de la Maestranza coronada por una real abierta (una cruz de Calatrava de esmalte blanco cargada en su centro del escudo de la ciudad de Mérida). Los poseedores del Gran Collar estarán en posesión, igualmente, de la Gran Cruz de la Maestranza. Los Maestrantes Grandes Cruces, llevarán la Cruz de la Maestranza, sobre ráfagas de oro o plata doradas y una banda de moaré blanca con los filos amarillos, casi tocando el borde, de la cuál penderá la misma Cruz, de un lazo, en su costado izquierdo. Los poseedores de la Gran Cruz estarán en posesión, igualmente, de la Encomienda y de la Cruz de Caballero de la Maestranza. Los colores de la cinta y banda de la Maestranza representan al Estado de Yucatán y a la M. N. y M. L. Ciudad de Mérida. Blanca, con dos filos amarillos, casi tocando los bordes. El blanco, por Mérida “La Blanca”, como es conocida y el amarillo, por el sol de Yucatán.

Gran Collar

Gran Cruz

Comendador, Dama, Caballero

Capítulo aparte merece todo lo relativo a la indumentaria de la Maestranza: El uniforme de gran gala de los Caballeros Maestrantes estará formado por una casaca azul claro con las vueltas, bocamangas, collarín y solapas verdes, con galón dorado de castillos y leones. Dos filas de ocho botones dorados con la Cruz en blanco en el frente y otros cuatro, de menor tamaño, en cada una de las bocamangas. Charreteras verdes con soutache y alamares dorados cargadas de la Cruz de la Maestranza y con los distintivos jerárquicos correspondientes a cada cargo. Pantalón recto negro, con galón lateral dorado de castillos y leones. Los militares de Caballería y miembros de otras Maestranzas, podrán llevar pantalón de montar blanco, botas negras altas y espolines dorados. Los jinetes y demás caballistas, llevarán los espolines plateados. Cinturón dorado con hebilla con la Cruz esmaltada en blanco y tahalí dorado. Espada con la Cruz de la Maestranza, esmaltada en blanco con fiador dorado. Sombrero bicornio negro, con galón dorado y plumas blancas. Zapatos negros de charol y guantes blancos. Pasador con miniaturas, Grandes Cruces, banda, placas y cruces.

El uniforme de actos sociales estará compuesto por una chupa azul, con el cuello y las bocamangas de raso verdes, con dos filas de 3 botones dorados con la Cruz esmaltada en blanco al frente y otros tres botones más pequeños en las bocamangas. Charreteras verdes con soutache y alamares dorados cargadas de la Cruz de la Maestranza y con los distintivos jerárquicos correspondientes a cada cargo. Camisa blanca de etiqueta. Chaleco blanco con una fila de 5 botones dorados con la Cruz esmaltada en blanco y corbata de lazo blanca. Pantalón recto negro, con galón lateral dorado de castillos y leones. Zapatos negros de charol y guantes blancos. Pasador con miniaturas, Grandes Cruces, banda, placas y cruces (si está presente en el acto el Presidente de México, algún Rey o Jefe del Estado, la banda se llevará sobre el chaleco. En caso contrario, bajo él.) 

Para mí que el lema de esta Maestranza lo resume todo: GUADALUPE Y SANTIAGO. La Virgen India y el Apóstol. La Nueva España y las Españas. Estaría incompleto este acercamiento a la Maestranza de Mérida, sino destacase que fue un hispano-mexicano, mi caro amigo el caballero lazarista don Luis Espejo y Valdelomar, quien le puso más empeño a la creación de esta Institución que hermana una vez más a México y a España. 

Espejo tiene un algo de Alatriste y otro poco de guerrero águila del Imperio Azteca. De la Casa Baronial de Fuente de Quinto, es un ejemplo de hidalgo a la vieja usanza. Ha sido de todo, desde editor de revistas a Jefe de Estado Mayor. Historiador de raza, es el culpable del moderno interés por la figura del Adelantado don Francisco de Montejo, conquistador de Yucatán. Montejo, el primer yucateco, era un coloso y su recuerdo estaba algo relegado por el indigenismo miope. En España, ya se sabe, está olvidado a la sombra del gran Cortés. Luis Espejo lo ha recuperado, otorgándole el lugar que le corresponde en la historia de la ciudad de Mérida, de la que su hijo, Montejo el Mozo fue Fundador y de todo Yucatán. Espejo es también, por nombramiento oficial, Valladolid Rey de Armas (de allá, de México) y a él se debe buena parte de los escudos municipales mexicanos bien hechos. Ante su rica personalidad, no hay más remedio que rendirse.  

Montejo, el hijo.

Fue Espejo quien acudió a S.A.I.R. don Andrés Salvador de Habsburgo-Lorena para que el príncipe aceptase el nombramiento de Hermano Mayor Protector. Lo hizo en memoria (y quizá en desagravio) del Emperador Maximiliano de México, otro Habsburgo, que la Revolución se llevó por delante. Uno está más por el Emperador que por Benito Juárez, todo hay que decirlo. Soy testigo que don Andrés Salvador no vaciló ni un instante en otorgar su regia protección. Para algunos pocos, los deberes que impone la sangre no se pueden eludir. 

Don Luis Espejo Valdelomar (en el centro).

Es de justicia añadir que Luis Espejo contó con algunos españoles ya en los tiempos fundacionales, entre ellos, varios amigos entrañables: el director del Colegio Heráldico, don Luis Valero de Bernabé, marqués de Casa Real, los académicos don Ernesto Fernández-Xesta, don Bernardo Ungría o don Manuel Rodríguez de Maribona. 

El actual canciller del Capítulo español es don Guillermo Torres-Muñoz y Osácar, garantía del rigor con el que esta Maestranza mexicana se toma los asuntos de España. Ahora, la Maestranza quiere potenciar el Capítulo. Es natural que después de afianzar la Institución en México, se pretenda volver a los orígenes, a la Patria grande del primer yucateco. Que conste que a mí la iniciativa me parece grandiosa, una buena noticia, urbi et orbi, para ser más preciso.

Y así, mis estimados lectores, hoy aprendemos un poco mas de la herencia del México Heráldico que no debemos olvidar, sino todo lo contrario, preservarla y hacerla perpetuar. 

Sin duda una excelente aportación, de antemano gracias a mi estimado amigo, el Doctor Montells, de quien esperamos con ansia mas de sus letras tan completas como estas.

Saludos y nos leemos en la siguiente entrada.

lunes, octubre 25, 2010

Aportación relativa a la Influencia Prehispánica en la Heráldica Europea y Nacional

El dia de hoy me remite unas líneas el ya muy distinguido amigo de  México Heráldico, Don Arturo Rodríguez López-Abadía, quien nuevamente nos ofrece un dato interesante con esta nueva aportación relativa a la entrada anterior y específicamente sobre el párrafo citado a continuación:


Una evidencia de este mestizaje se evidencia con Juan de Mansilla, el 27 de noviembre de 1525 cuando solicita al emperador “pues sus servicios lo merescen, le haga merced de le dar por armas un rey coronado que prendió en la guerra de la dicha cibdad de México con una cadena al cuello en campo de agua como lo prendió y en la otra del escudo a la mano izquierda una fortaleza en el agua ques la de la dicha cibdad donde el hizo muchas cosas señaladas, y en la parte baja a la derecha del rey, un león enhiesto en campo verde; y en la otra parte del escudo un peñón donde el peleo con los indios questaban fechos fuertes y los vencio en campo”. La respuesta dice: “Fiat. Sin corona porque no era rey”.

Don Arturo comenta lo siguiente:

Estimado Jesús, 

Me ha gustado mucho la entrada sobre la influencia de los símbolos prehispánicos, pero te voy a hacer un pequeño apunte curioso.

Es más que probable que Juan de Mansilla fuera un conocedor de la heráldica del Gran Capitán don Gonzalo Fernández de Córdoba, a quien durante la guerra de Granada se le concedió un escudo de armas en que aparece el rey moro Boabdil  con una cadena al cuello, rememorando su captura por parte de don Gonzalo.

Te adjunto una imagen del tal escudo para  que lo veas

Espero haber sido de ayuda.
Un abrazo.


Capitán Don Gonzalo Fernández de Córdoba, Marques de Comares

Cortado: 1: en campo de oro, tres fajas de gules; 2: en campo de plata el rey moro Boabdil el Chico, con una cadena al cuello moviente del flanco siniestro; Bordura del escudo con la leyenda en letras de sable: OMNIA PER IPSO FACTA SUNT (Todas las cosas fueron hechas por él).

Gracias por estas líneas Don Arturo, espero seguir contando con sus aportaciones.

Saludos y nos leemos en la siguiente entrada.

Influencia de hechos y símbolos prehispánicos en la Heráldica Europea y Nacional

Los escudos de armas encierran un fuerte simbolismo en sus colores, figuras, esmaltes, particiones, metales que los integran y señalan los motivos existentes para conceder dichos escudos, estando relacionados con los lugares de origen, patronos, si existen, animales propios de un lugar o su adopción para inmortalizar algún hecho heroico o histórico.

Ciertamente estos principios son los que le dan pie a la Heráldica Mexicana, y en general a la Mesoamericana, con estas palabras destacó que los escudos que hubo en la época virreinal, tenían elementos muy hispanos combinados con los prehispánicos otorgados obviamente por los reyes, entre quienes destacó Carlos V por la entrega a manos llenas de esta heráldica a familias y lugares.

Armas de Carlos V
Una ojeada a los privilegios heráldicos otorgados a los conquistadores españoles, en la época imperial carolina, muestra un matiz especial, ya que tales privilegios son numerosos, pues las hazañas que eran reconocidas y premiadas se desarrollaron en todo el nuevo mundo y por muchos hombres, con lo que se pretendía por los beneficiarios, hacer memoria de las proezas realizadas y recordar las armas que los antepasados de los conquistadores, en muchos casos, también tenían, en recuerdo de antiguas glorias.

En la Nueva España, hoy México, el inicio del uso de la heráldica demuestra escaso valor artístico y estético, del mismo modo que no se muestra un correcto uso del lenguaje de la ciencia del blasón, ejemplo de esto, es el escaso uso de palabras como gules, sable o sinople, y llamando a los esmaltes con su nombre común como lo son rojo, negro y verde respectivamente. Otro ejemplo de esto es el nombrar a los lambrequines como trascoles o trascolas. Tales descripciones todavía se pueden leer hoy en día en la heráldica estatal del país, como sucede en el caso de los estados de Guadalajara, Durango y Zacatecas, por poner un ejemplo.

En la parte gráfica de los blasones podemos identificar el frecuente uso de cimeras o divisas, la cuales rara vez tienen relación con las figuras del blasón, como suele suceder en la heráldica europea.

Como ya se menciono, los privilegios heráldicos relatan las hazañas de quien los recibe, pero en muchas ocasiones el privilegio no es solo heráldico, sino político, como el caso del tlatoani Moctezuma, cuya descendencia fue reconocida como un noble linaje para mantener un cierto dominio en la población indígena, además de las preeminencias y prerrogativas que a los mismos concedía.

Siguiendo la misma idea de la heroicidad, la mayoría de los blasones recibidos por los protagonistas de la Conquista fueron armas alusivas, es decir, que ilustran algún hecho memorable. Así, las de Cortés ostentan, no solo las coronas de los últimos tres Reyes tenochcas “que vos vencisteis”, como dice la motivación imperial y las armas de la Ciudad de México “en memoria de haberla ganado”, sino también en la orla, las cabezas de los siete reyes que el conquistador venció y despojo.

Armas de Don Hernán Cortés
Otro es el caso de Diego de Ordaz, a quien “le dieron… una encomienda del Señor Santiago y por armas al bolcan [Popocatépetl] qu’está entre Guaxoçingo y cerca de Cholula”, tal mención ganada por ser el primer alpinista del nuevo continente del que se tenga registro, ya que gano la cima del volcán, con el propósito de “comprobar que era nieve lo que en el cono se veía” a ordenes de Hernán Cortes. O también como a Juan de Salamanca, a quien le dieron por armas el penacho que llevaba el caudillo azteca Ciuacoalt, portabandera indígena, en la batalla de Otumba, “y lo tienen sus descendientes en sus reposteros”.

Litografia que representa a Juan de Salamanca en dicho acto
Una evidencia de este mestizaje se evidencia con Juan de Mansilla, el 27 de noviembre de 1525 cuando solicita al emperador “pues sus servicios lo merescen, le haga merced de le dar por armas un rey coronado que prendió en la guerra de la dicha cibdad de México con una cadena al cuello en campo de agua como lo prendió y en la otra del escudo a la mano izquierda una fortaleza en el agua ques la de la dicha cibdad donde el hizo muchas cosas señaladas, y en la parte baja a la derecha del rey, un león enhiesto en campo verde; y en la otra parte del escudo un peñón donde el peleo con los indios questaban fechos fuertes y los vencio en campo”. La respuesta dice: “Fiat. Sin corona porque no era rey”.

Otro es el caso del grupo de indios que deben aparecer en el cuartel de las armas del Capitán Sandoval. O como con Jerónimo López, el jinete que aparece a caballo es el mismo que recibe las armas “vos a caballo” dice el documento. 

Y toda esta serie de armas concedidas a los conquistadores no solo ocurrieron en México, sino también al sur del continente, como con Jácome de Castellón, con el cual se dice que aparezca la Ciudad de Cumana en sus armas, mismo es el caso de Francisco Pizarro con la Ciudad de Cusco.

Armas de Jácome de Castellón
Así pues, no solo los actos influyeron en los diseños de la armería novohispana, la fascinación de los conquistadores por los monumentos y ciudades mucho mas grandes que las conocían se refleja en la heráldica imperial carolina de Hispanoamérica, pues no solo es frecuente la representación de Villas y albarradas, sino también de teocalis o adoratorios indios, como lo ejemplifican las armas de Pedro Moreno, aun cuando la real cedula habla de teocali, el dibujo representa una torre ordinaria. En otras armas como las de Pedro Lozano, Francisco Montaño y Andrés Núñez, el teocalli se representa como una estructura semejante a la de los antiguos adoratorios pero rematada con un torreón europeo.

Del mismo modo, quedaron impresionados por lo extraordinario de muchos animales y plantas,  como el jaguar, el cual es común verlo en muchos blasones designado como “tigre”, como en las armas de Hernando de Tapia, en las que aparece un animal fantástico mitad águila y mitad tigre mirando a la diestra y siniestra respectivamente, y no se asemeja en lo mas mínimo con la figura heráldica del leopardo. Otro animal excepcional es el cóndor, el cual aparece en las armas de Diego Rodríguez de Figueroa, dadas en Madrid el 15 de abril de 1540, con la aclaración de que eran un buitre llamado cóndor.

Armas de Hernanado de Tapia
Un animal que de igual manera impresiono a los conquistadores fueron las víboras y culebras, tanto por su numero como por su variedad, como en el caso de las armas de los descendientes del Inca, “Vos señalamos damos y concedemos por Toyson propio para que le traigas puesto en el pecho: Un mascarón de oro, que le cojan doce pares de culebras coronadas y estén asidas unas de otras formando lazos y eslabones”. Sobre esta misma idea se hallan calamares en las de Juan Fernández, animal que no es muy usado en la heráldica europea.

Pero querido lector, la cultura precolombina no solo influyo en los blasones venidos de Europa, sino también utilizo elementos que volvieron a la heráldica colonial única y endémica, como se puede ver en el uso especifico de ciertos muebles en el campo de la botánica, tales como las pencas de nopal, como en la bordura de la armas de la imperial ciudad de México, o las de Diego Pérez de Zamora y sus hermanos, en el que el nopal o “árbol de tuna” muestra su fruto en la pintura, ósea la tuna.

Finalmente, en materia de leyendas, la mas curiosa es la que aparece en el blasón del Marqués Don Francisco Pizarro, es están en idioma indígena: Quiz quiz chale Cuchiman Incurabaliba Ura garaga Unanchuelo luminambi Maytato Panqué, los cuales son los nombres de los siete jefes indígenas que derroto en su conquista del Perú.

Armas del Marqués Don Francisco Pizarro
Pues bien mis estimados lectores, como verán América esta repleta de heráldica, europea y mestiza, propia y extranjera, y a pesar de eso y gracias a los procesos políticos e históricos de cada nación americana no podemos dejar de sorprendernos de cuan ignorados son, incluso por los descendientes de los conquistadores, pero a pesar de estas adversidades, podemos detenernos a observar y los símbolos patrios de muchos países demuestran cómo en pleno siglo XXI el uso de los símbolos nacionales, la toponimia prehispánica y la heráldica siguen siendo una parte muy importante de nuestra vida como remembranza de la identidad nacional.

Saludos mis estimados lectores, nos leemos en la siguiente entrada.

P.D.
Espero que ustedes puedan perdonar la falta de ilustraciones de esta entrada, pues son armas que me han sido difíciles de dar a conocer, pero si ustedes tienen información de los nombres mencionados, quedo a su disposición para recibir sus generosos comentarios.

viernes, octubre 22, 2010

México Heráldico ahora en tu bolsillo!!!

Estimados lectores, hoy he decidido un cambio de imagen para este Blog, y dejenme platicarles por que. El desarrollo de las comunicaciones ha dado y seguirá dando pasos agigantados, y les confieso que ni ustedes ni yo no podemos imaginar la cantidad de información que se comparte a través de los medios electrónicos como la Internet y los dispositivos móviles como los celulares, desde recetas de cocina hasta complejos estudios de ciencias exactas. 

Es por eso que este blog hace uso de estas tecnologías, para acercarse mas a la gente y promover  la importancia del noble arte del Blasón como herencia cultural, con el objetivo de preservarlo en México y darlo a conocer al mundo. 

Con tan humilde propósito, me alegra decirles que ahora ustedes podrán llevar el Blog de México Heráldico en sus dispositivos celulares!!! Disponible tanto para América Latina como para Europa.

Este hecho es gracias a la apertura y facilidades tecnológicas de la empresa finlandesa NOKIA, la cual proporciona herramientas a sus usuarios para crear aplicaciones que pueden accesar, por ejemplo, a este pequeño sitio y darle a conocer la información que le comparto en cualquier parte en la que se encuentre sin la necesidad de llevar su equipo de computo.

Desgraciadamente esta pequeña aplicación es compatible solo para esta marca de dispositivos, por lo que espero que muchas de las personas que leen estas letras puedan disfrutarla en sus celulares.

Sin mas preámbulo, les comparto la liga de OviStore donde podrán descargar la aplicación, la cual ya ha sido probada por mi y les aseguro que funciona perfectamente, y por supuesto, es gratuita. Al lado derecho de su pantalla también hay un banner el cual será estático y en el podrán hacer clic para ir a descargar la aplicación.


Espero que la disfruten tanto como yo al diseñarla, y si tienen algún problema con la mencionada, no duden en comunicármelo para darle el debido mantenimiento. 

Saludos y nos leemos en la siguiente entrada.

miércoles, octubre 20, 2010

Siguiendo el Orden de las cosas...

Buen día apreciado lector, hoy redacto una entrada que como refleja el titulo, sigue la línea cronológica de la conquista española en México, y en una publicación donde se aborda este tema de quien mas hablaríamos sino es de el Capitán General de la Nueva España, Don Hernán Cortés, nada más que como en entradas anteriores haremos menos detalle y mas blasón.


Así pues ¿Qué hay detrás de la genealogía del Capitán? Pues bien Don Hernán Cortés Monroy Pizarro Altamirano (Medellín (Badajoz), 1485 – Castilleja de la Cuesta, (Sevilla), 2 de diciembre de 1547), fue el Conquistador español del imperio azteca y Primer Marqués del Valle de Oaxaca, Gobernador y Capitán General de la Nueva España, hijo único de Martín Cortés de Monroy y de Catalina Pizarro Altamirano, por vía materna era primo segundo de Francisco Pizarro conquistador del Perú y por el lado paterno pertenece los Rodríguez de las Varillas, que eran las armas que escogió utilizar como propias de su linaje.
Martín Cortés de Monroy, su padre, aunque llevaba el apellido de su madre pertenecía por vía paterna a la rama extremeña de la ilustre familia Monroy, o más correctamente a los Monroy-Rodríguez de las Varillas. Desde que los Monroy se unieron por matrimonio con los Rodríguez de las Varillas, utilizaron desde entonces como blasón una combinación de las dos armas: las de los Monroy, escudo cuartelado, en el primer y cuarto cuartel un castillo de oro sobre campo de gules, en el segundo y tercer cuartel un campo de veros blancos y azules; y las de los Rodríguez de las Varillas, un escusón con las barras de Aragón rodeadas de una bordura con ocho cruces ensanchadas.





Destacó por los servicios que hizo al imperio conquistando amplios territorios para el al Emperador Carlos V. El triunfo sobre la nación más poderosa del territorio cubrió a Cortés de grandes glorias. Cada victoria de Cortés sobre los aztecas, iba cercando la ciudad de Tenochtitlán cada vez más. Aunque la ciudad laguna se defiende heroicamente, finalmente el último Rey Cuauhtémoc, es aprehendido y la ciudad se entrega el 13 de agosto de 1521, fecha en que cae el reinado de la Triple Alianza en México (Tenochtitlán, Texcoco y Tlacopan).


El Rey Carlos I reconoció los hechos de Cortés mediante la concesión de un escudo de armas para él y sus descendientes otorgado en Madrid el 7 de marzo de 1525:

[...]traher por vuestras armas propias y conocidas un escudo que en el medio del a la mano derecha en la parte de arriba aya una aguila negra de doss cabezas en campo blanco que son las armas de nuestro ymperio y en la otra meitad del dicho medio escudo a la parte de abaxo un leon dorado en campo colorado en memoria que vos el dicho hernando cortes y por vuestra yndustria y esfuerzo truxistes las cosas al esta do arriba dicho y en la meytad del otro medio escudo de la mano yzquierda a la parte de arriba tress coronas de oro en campo negro launa sobre las dos en memoria de tress Señores de la gran cibdad de tenustitan y sus provincias que vos vencistes que fue el primero muteccuma que fue muerto por los yn dios temendole vos preso y cuetaoacin su hermano que sucedio en el señorio y se rrevelo contra nos y os echo de la dicha cibdad y el otro que sucedio en el dicho señorio guauctemncin y sostubo la dicha rrevelion hasta que vos le vencistes y prendistes y en la otra meytad del dicho medio escudo de la mano yzquierda a la parte de abaxo podais traher la cib dad de tenustitan armada sobre agua en memoria que por fuerza de armas la ganastes y sujetastes a nuestro señorio y por orla del dicho escudo en campo amarillo siete capitanes y señores de siete provincias y poblaciones que estan en laguna y en torno della que se rrevelaron contra nos y los enastes y prendistes en la dicha cibdad de tenustitan apresionados y atados con una cadena que se venga a cerrar con un candado debaxo del dicho escudo y encima del un yelmo cerrado con su tinble en un escudo atal [...]



Posteriormente Cortés modificaría el escudo añadiendo varios símbolos personales. Sobre el todo añadió un escusón con las armas de los Rodríguez de las Varillas, que eran las armas que escogió utilizar como propias de su linaje, posiblemente por evitar recargar demasiado sus nuevas armas y porque los Cortés no tenían armas propias, Hernán Cortés solo incorporó como referencia a su linaje el mismo escusón que aparecía en las armas de los Monroy, y que como ya se ha dicho, eran las propias de la familia Rodríguez de las Varillas.


Posteriormente, siguiendo el ejemplo del conquistador, hubo miembros de la familia Cortés que se apellidaron Cortés de Monroy y que utilizaron el escudo de las barras de Aragón, como fue el caso de Pedro Cortés de Monroy y Zabala, nombrado en 1697 Marqués de Piedra Blanca de Huana.


Hernán Cortés añadió también posteriormente a su blasón un lema personal: «Judicium domini aprehendit eos et fortitudo ejus corroboravit brachium meum». (El señor los juzgó en sus actos y fortaleció mi brazo). Y sobre el yelmo añadió un león alado que algunos de sus descendientes continuaron utilizando.




El 20 de julio de 1529 concedió el rey a Cortés el título nobiliario de Marqués del Valle de Oaxaca por lo que pudo timbrar sus armas con corona de marqués además de otros beneficios sujetos a este privilegio.



Con la constitución del Mayorazgo de Hernán Cortés hacia 1535, éste modifica su heráldica, uniéndola con los blasones de la familia de doña Juana de Zúñiga, su segunda esposa, perteneciente a una de las más altas y limpias estirpes españolas. Quedando así compuesto por la heráldica de las familias Cortés-Zuñiga-Monroy-Altamirano-Arellano.



Finalmente, les proporciono la genealogía del Marquesado del Valle de Oaxaca:

  • Don Hernán Cortés († 1547), I Marqués del valle de Oaxaca. Casado con Doña Juana de Zúñiga.
  • Don Martín Cortés Zúñiga († 1589), II Marqués, hijo del anterior. Casado con Doña Ana Ramírez de Arellano.
  • Don Fernando Cortés Ramírez de Arellano, III Marqués, hijo del anterior. Muerto sin descendencia, el título pasó a su hermano.
  • Don Pedro Cortés Ramírez de Arellano († 1629), IV Marqués. Muerto sin descendencia, el título pasó a su hermana.
  • Doña Juana Cortés Ramírez de Arellano, V Marquesa. Casada con Don Pedro Carrillo de Mendoza.
  • Doña Estefanía Carrillo de Mendoza y Cortés († 1635), VI Marquesa, hija de la anterior. Casada con Don Diego de Aragón.
  • Doña Juana de Aragón Carrillo de Mendoza y Cortés, VII Marquesa, hija de la anterior. Casada con Don Héctor Pignatelli.
  • Don Andres Fabricio Pignatelli de Aragón, VIII Marqués, hijo de la anterior. Casado con Doña Teresa Pimentel y Benavides.
  • Doña Juana Pignatelli de Aragón († 1725), IX Marquesa, hija del anterior. Casada con Don Nicolas Pignatelli
  • Don Diego Pignatelli de Aragón, († 1750), X Marqués, hijo de la anterior. Casado con Doña Margarita Pignatelli.
  • Don Andrés Fabricio de Aragón († 1765), XI Marqués, hijo del anterior. Casado con Doña Constanza Médici.
  • Don Hector María Pignatelli de Aragón († 1800), XII Marqués, hijo del anterior. Casado con Doña Ana María Piccolomini.
  • Don Diego María Pignatelli de Aragón († 1818), XIII Marqués, hijo del anterior. Casado con María del Carmen Caracciolo.
  • Don José Pignatelli de Aragón († 1859), XIV Marqués, segundo hijo del anterior. Casado con Blanca Lucchesi Palli.
  • Don Diego Pignatelli de Aragón († 1880), XV Marqués, hijo del anterior. Sin descendencia, el título pasó a su hermano.
  • Don Antonio Pignatelli de Aragón († 1881), XVI Marqués, hermano del anterior. Casado con Mariana Fardella.
  • Don José Tagliavia Aragón Pignatelli Cortés († 1938), XVII Marqués, hijo del anterior. Casado con Rosa de la Gándara.
  • Don Antonio Aragón Pignatelli Cortés († 1970), XVIII Marqués, hijo del anterior. Casado con Beatrice Molyneaux de Nueva Orleans, Louisiana, USA.
  • Don Giuseppe Aragón Tagliavia Pignatelli Cortes († 1984), XIX Marqués, hijo del anterior, nacido en México, casado con Maria Giulia Gallarati, sin decendencia.
  • Don Nicolo Pignatelli Aragón Cortes, Principe de el Santo Imperio Romano Germánico, XX Marqués, primo segundo del anterior. Casado con Luciana Malgeri en 1954, con la cual tuvo 2 hijos: Fabrizia (1956) y Diego (1956). Y luego con Mary Susan Morton en 1969.
Y con esto doy fin a la entrada del día de hoy, como se dará cuanta querido lector, poco a poco nos vamos adentrando al uso de los símbolos prehispánicos en los escudos de armas, así que no se desespere todavía por ver escudos con verdadera Heráldica Mexicana.


Saludos y nos leemos en la siguiente entrada.

lunes, octubre 18, 2010

Me atrevo a llamarla “Heráldica Prehispánica” (2a Parte)

Buen día estimado lector, hoy me dispongo a darle continuidad a la entrada de "Heráldica Prehispánica", por lo que sin entrar en mas detalle, les presento el resto de los Reyes Aztecas de los cuales hemos venido platicando.

IZCÓATL
(Serpiente de Obsidiana, ítztli=obsidiana + cóatl=serpiente) 

El periodo de este tlatoani conquistador se ubica entre los años 1427 y 1440. Izcóatl, uno de los últimos hijos de Acamapichtli, fue elegido tlatoani en contra de los deseos de Maxtla, señor de Azcapotzalco. A despecho de quienes aconsejaban al joven tlatoani que se sometiera a éste para evitar una posible guerra, Izcóatl, prevenido por su tío Tlacaelel, optó por aliarse con los señores de Tacuba y Texcoco. Tras formalizar esta Triple Alianza, el señor de Tenochtitlan encabezó la inevitable guerra contra los tepanecas, la que llegó a su fin con la muerte de Maxtla. Una vez liberados de su situación de tributarios, los mexicas lideraron una serie de conquistas sobre importantes poblaciones ribereñas como Coyoacán, Xochimilco, Tláhuac y Míxquic. En una posición más ventajosa que sus predecesores, Izcóatl mandó construir una calzada (Tacuba) que uniera Tenochtitlan con tierra firme. Igualmente ordenó la destrucción de los códices que narraban la historia de los mexicas como un pueblo de siervos perseguidos y humillados.


MOCTEZUMA ILHUICAMINA 
(El Señor Enojado o el Flechador del Cielo, tecuhtli=señor + zomalli=enojado, o bien, ilhuícatl=cielo + mina=flecha)

Entre 1440 y 1468, este valeroso tlatoani prolongó el periodo de conquistas de Izcóatl, su antecesor. Moctezuma Ilhuicamina, también llamado “el viejo”, hijo de Huitzilíhuitl, fue elegido tlatoani en reconocimiento a sus acciones en la guerra contra los tepanecas. Continuó con la política expansionista heredada de su antecesor, Izcóatl; heredó también a su consejero, Tlacaelel. Durante su mandato tomó forma el andamiaje ideológico con el que se justificaron las guerras de conquista, en donde destacaban las llamadas “guerras floridas” y los sacrificios humanos. Con este pretexto, los mexicas lograron expander su área de influencia a lugares relativamente apartados de su ciudad capital como los actuales territorios de Puebla, Veracruz, Morelos, Guerrero y Oaxaca. Bajo el gobierno de Moctezuma se consumó la construcción del acueducto que surtía de agua dulce a Tenochtitlan desde Chapultepec; además, iniciaron las obras de la albarrada que separaría las aguas dulces de las saladas en la cuenca del valle de México y que evitaría las terribles inundaciones que frecuentemente padecía la ciudad.

 

AXAYÁCATL
(Cara de agua, atl=agua + xayácatl=cara) 

Entre 1469 y 1481, periodo en que reinó, este tlatoani dejó evidencia del florecimiento económico de Tenochtitlan. Hijo de Moctezuma Ilhuicamina, fue electo tlatoani a propuesta del señor de Texcoco, Nezahualcóyotl, con quien ratificó la alianza militar, misma que mantuvo aun tras su muerte y la llegada al trono de su heredero, Nezahualpilli. Una de las primeras iniciativas militares de Axayácatl fue la conquista de Tlatelolco, ciudad hermana de Tenochtitlan, asentada en un extremo del mismo islote en que ésta fue levantada. Más tarde, Axayácatl emprendió la expansión de sus dominios hacia occidente. Conquistó primero el valle de Toluca para luego avanzar hasta Michoacán, donde fue derrotado por los purépechas. Era la primera derrota de los mexicas desde los tiempos de Izcóatl. Merced a las cuantiosas riquezas producto del tributo, el tlatoani pudo emprender importantes obras de consolidación, expansión y embellecimiento de Tenochtitlan. Durante su mandato fue esculpida la piedra del sol, también llamada “calendario azteca”, monolito que fue colocado en el Templo Mayor.

 

TIZOC
(Pierna enferma, de etimología incierta, zo=sangrar) 

Entre 1481 y 1486 se registra el infortunado periodo de este tlatoani mexica. Contra los consejos de Tlacaelel, quien deseaba que Ahuízotl, uno de los hermanos de Axayácatl, fuera elegido tlatoani, los electores optaron por Tizoc. El nuevo gobernante no contó con el respaldo de los principales señores mexicas, pues los defraudó al anunciar que deseaba hacer la paz con los caciques de Huejotzingo, sus tradicionales enemigos. Presionado por la clase dirigente, Tizoc emprendió la conquista de las tierras de mixtecos y zapotecos. La campaña terminó en un notable fracaso, lo que redundó en el mayor desprestigio del gobernante. Los principales señores mexicas, instigados por Tlacaelel, acusaron a Tizoc de ser un cobarde y decidieron asesinarlo. Para ello contrataron a unas brujas que dieron al tlatoani ciertos bebedizos que le provocaron severas hemorragias. Sin embargo, su figura trascendió y hoy es recordado por haber mandado labrar la “piedra de Tizoc”, en la cual se pueden apreciar sus hazañas guerreras.

 

AHUÍZOTL
(Espinas del Rio, ahui=rio + huiztli=espina)

El inicio de su reinado data de 1486 y finaliza en 1502 con su muerte accidental. Al morir Tizoc, Tlacaelel logró que Ahuízotl fuera elegido tlatoani. Guiado por su protector, Ahuízotl encabezó la mayor expansión del área de influencia mexica: emprendió guerras contra los mazahuas y los otomíes al tiempo que logró consolidar la autoridad de los tenochcas en buena parte de Mesoamérica. En correspondencia con tal bonanza, Tenochtitlan experimentó una notable consolidación. Se inició, por ejemplo, la última etapa de la construcción del Templo Mayor. Asimismo se realizaron obras para abrir un acueducto que surtiera de agua dulce a la urbe desde Coyoacán. Sin embargo, el nuevo conducto, mal planeado, hizo que las aguas se desbordaran y entraran de golpe a la ciudad. El caudal penetró en los aposentos del palacio que habitaba Ahuízotl, quien, al intentar huir, recibió un fuerte golpe en la cabeza que le produjo la muerte al cabo de unos pocos días.

 

MOCTEZUMA XOCOYOTZIN 
(Señor joven y respetable, Xocoyotzin es el ornamento nasal en el glifo de su nombre)

Fue tlatoani mexica en un periodo que descendió del esplendor a la tragedia, desde 1502 hasta su muerte, ocurrida el 30 de junio de 1520. Los primeros años del gobierno de Moctezuma Xocoyotzin, hijo de Axayácatl, correspondieron a la época de mayor grandeza del imperio mexica. Se incrementó entonces la carga tributaria para sostener el cada vez más complejo boato que exigía la corte del tlatoani. A Moctezuma le correspondió encarar la llegada de los conquistadores españoles, encabezados por Hernán Cortés, a las costas del Golfo de México. En un primer momento procuró alejarlos enviándoles obsequios. Sin embargo, los extranjeros avanzaron hacia Tenochtitlan aliándose con los enemigos de los mexicas. El tlatoani recibió a los conquistadores en su palacio ante la inquietud de la población que observaba con recelo la actitud sumisa de su gobernante. Cortés quiso emplear al tlatoani para calmar el descontento popular, que rayaba en la revuelta. Algunas crónicas refieren que Moctezuma fue apedreado al aparecer en la azotea de su palacio para dirigirse a su pueblo y que murió como consecuencia de los golpes recibidos. Según otras versiones, fue asesinado por el propio Cortés cuando ya no le era de utilidad. 

 

Así pues mis estimados amigos, como podemos apreciar, la simbología prehispánica siempre presente en la vida de los antiguos mexicanos, sera uno de los elementos que renovaran la heráldica europea así como lo hicieron los símbolos de las culturas ubicadas al sur de nuestro continente, lo cual lo iremos viendo mas adelante, y que a pesar del tiempo, el dominio y la historia en si misma, se conserva vigente hasta nuestros días, si no me cree estimado lector, solo observe la actual bandera de nuestro país y el Códice Mendoza y aprecie la similitud.

Finalmente, les deseo un excelente inicio de semana, y recuerden que quedo en espera de sus comentarios vía email.

Nos leemos en la siguiente entrada. Saludos !!!


P.D.

Observe en la última imagen de Moctezuma Xoyocotzin, que el penacho que usa tiene grabada un águila bicefala. ¿De donde cree usted que tenga origen esta águila?