miércoles, octubre 13, 2010

Me atrevo a llamarla “Heráldica Prehispánica”

El día de hoy redacto una entrada con mucho ímpetu personal por ahondar en la historia del blasón en nuestro país, pues si bien ya hemos mencionado su origen cultural externo, es de mi parecer que este día platiquemos del origen étnico de los símbolos que influenciaron y se amalgamaron a los blasones europeos durante su dominio en el Nuevo Continente, esta entrada constara de dos partes, de las cuales esta es la primera.

Antes que nada me permito iniciar con una proposición apoyada en el contenido de los muy buenos amigos del portal del Instituto Heráldico de Buenos Aires, donde se menciona que: 

“La simbología, como manifestación intelectual de la cultura, tiene en la heráldica su expresión mas refinada. La ciencia del blasón o de los escudos de armas recién se inicia en el siglo XII de nuestra era, pero tiene raíces profundas en la historia de la humanidad, remontándose al momento en que a través de una figura el hombre intentó expresar y perpetuar una idea.”

Así pues, el uso de símbolos no es exclusivo de una nación o de un continente, ya que un símbolo es la representación perceptible de una idea, que además, evoca valores y sentimientos, representando ideas abstractas de una manera metafórica o alegórica, así que, tendremos tantos símbolos como tantas culturas o pensamientos humanos haya. 

Ahora bien agradable lector, me permito esta tediosa introducción para dar una base al tema en cuestión. Primeramente hágame el favor de ubicarnos en la antigua Mesoamérica, específicamente en el Valle de México, por el año de 1325, fecha de la fundación de México–Tenochtitlan. Y lo que sucede a continuación, es ofrecerle un recuento de los Reyes Aztecas hasta antes de la llegada de los conquistadores, y me atrevo a llamar esta entrada “Heráldica Prehispánica”, porque si bien estamos hablando de reyes Aztecas hablaremos igualmente de los glifos o símbolos pictográficos que los representaban y los diferenciaban unos de otros. 

Es muy probable que el termino “Heráldica Prehispánica” no sea de todo agrado, ni de correcto uso para los estudiosos y profesionales de este noble arte, pero el simple e inocente propósito de denominar así este articulo es reinventar, en un juego de palabras, una comunión cultural que ya se ha mencionado con gran ahínco en este blog. Así que sin más preámbulo pasemos a ver nuestro tema.

Se dice que nueve reyes o tlatoque (plural de tlatoani) gobernaron México–Tenochtitlan desde la fundación de la ciudad en el siglo XIV hasta la llegada de los españoles en 1519. Después de la muerte del noveno rey pero antes de la caída de la ciudad en manos de Hernán Cortes, dos reyes más gobernaron la ciudad (los cuales nos interesaran en otra entrada), la mayoría de las fuentes están de acuerdo en sus nombres y el orden de su reinado como se explica:

ACAMAPICHTLI
(El que empuña la caña, ácatl=caña o flecha + mapichtli=asido en la mano)

Fue tlatoani mexica entre los años 1367-1387. A la muerte de Tenoch los mexicas quedaron sin liderazgo legítimo. Como no existía entre ellos una estirpe real, pidieron al señor de Culhuacán que designara a uno de sus familiares para que los gobernara. Así, Acamapichtli se convirtió en el primer tlatoani (“el que habla”) de Tenochtitlan. Cuando fue entronizado, uno de los ancianos mexicas le advirtió que el gobierno “era una carga muy pesada” y que su obligación era engrandecer a su pueblo. La elección de Acamapichtli provocó la ira del señor de Azcapotzalco, de quienes los mexicas eran tributarios, por lo que ordenó a éstos duplicar los tributos. En previsión de un eventual ataque, el tlatoani ordenó la fortificación de Tenochtitlan. Otras medidas dictadas por el gobernante fueron la expansión de los terrenos de la ciudad con tierra y piedras transportadas desde las orillas del lago, así como la división de la urbe en cuatro barrios.


HUITZILÍHUITL
(Pluma de colibrí, huitzilin=colibrí + íhuitl=pluma) 

Primer tlatoani guerrero de los mexicas, desde 1391 hasta 1415. Cuarto hijo de Acamapichtli, fue elegido tlatoani porque “era un mancebo de corazón noble, apacible y de buenas costumbres”. Su primera decisión política como gobernante fue contraer matrimonio con la hija de Tezozómoc, señor de Azcapotzalco, con lo cual consiguió que los tributos se redujeran a meras entregas simbólicas. A cambio, Huitzilíhuitl prestó a su suegro el valioso servicio de conquistar a varios pueblos vecinos en su nombre, entre ellos Chalco y Cuautitlán, convirtiéndolo en el señor más poderoso del valle de México. No obstante su prematura muerte —a los treinta y cinco años de edad—, relatan las crónicas indígenas que Huitzilíhuitl “dejó su reino en orden y dio varias leyes, formó un ejército para la tierra y otro para el agua”. Fue el primer tlatoani guerrero, dejó un legado de vida militar que dejó entrever las capacidades de conquista de los mexicas.

 

CHIMALPOPOCA
(Escudo que humea, chimalli=escudo + popoctli=humo)

Fue electo tlatoani en 1415 y el fin de su reinado data de 1426, fecha de su muerte incierta. Hijo de Huitzilíhuitl, su calidad de nieto de Tezozómoc aseguraba la supervivencia de los mexicas. En efecto, el señor de Tenochtitlan obtuvo de su abuelo el permiso para construir un acueducto de Chapultepec hasta su ciudad, aunque el proyecto no se concretó debido a la oposición de algunos caciques. Asimismo consiguió dar asilo al joven príncipe de Texcoco, Nezahualcóyotl, quien huía de la persecución de los nobles de Azcapotzalco. La buena relación entre mexicas y tepanecas llegó a su fin con la muerte de Tezozómoc. Su sucesor, Maxtla, continuó la persecución de Nezahualcóyotl, contraviniendo el acuerdo que Chimalpopoca había logrado con su extinto abuelo. El tlatoani mexica decidió aliarse con Tayatzin, hermano de Maxtla, para derrocarlo. La conjura fracasó y Chimalpopoca fue hecho prisionero. Mientras que algunas crónicas aseguran que fue ejecutado, otras establecen que se suicidó.

 

Así pues estimado lector, damos por finalizada la primera parte de esta entrada de "Heráldica Prehispánica", espero haya sido de su gusto e interés, en la siguiente entrada veremos el resto de los nueve reyes aztecas y sus respectivos glifos, mientras tanto espero sus comentarios y opiniones relativos a lo anteriormente redactado, pues su opinión, como siempre, sera muy valiosa para el crecimiento intelectual de este portal.

Reciba un caluroso saludo y nos leemos en la siguiente entrada.